🦋 Libélulas del río Sella: cazadoras primitivas del aire
Las libélulas son uno de los insectos más antiguos del planeta y uno de los más espectaculares que puedes observar en el entorno natural del río Sella. Pertenecen al orden Odonata y se caracterizan por su cuerpo alargado, dos pares de grandes alas membranosas, ojos compuestos muy desarrollados y patas espinosas que les sirven para atrapar presas en vuelo.
En el mundo existen más de 5.000 especies de libélulas, y en Asturias se encuentra cerca del 1 % de esa diversidad, muchas de ellas ligadas a ríos, charcas y zonas húmedas bien conservadas como las que encontramos en el curso medio y bajo del Sella.
🪲 Ciclo de vida acuático – terrestre
Huevos: depositados sobre la vegetación o directamente en el agua.
Larvas acuáticas: viven en el agua entre uno y dos años, donde se alimentan y crecen.
Metamorfosis: emergen de la larva, mudan su exoesqueleto y desarrollan alas.
Adultos: sobrevuelan el río, se reproducen y ponen huevos.
📍 Dónde y cuándo avistarlas
Las libélulas se ven mejor en primavera y verano, cuando las aguas del Sella bajan claras y tranquilas.
Se concentran en zonas con vegetación ribereña y remansos.
Un lugar ideal para observarlas es la zona próxima al Puente de Llovio (km 16), donde abundan raíces y plantas acuáticas.
🧬 Insectos territoriales y fascinantes
Las libélulas son muy territoriales: los machos defienden zonas concretas de caza y reproducción, posándose repetidamente en los mismos lugares —llamados posaderos— desde los cuales lanzan ataques para capturar insectos voladores.
Una de sus características más llamativas es la cópula en tándem: el macho sujeta a la hembra por el cuello mientras ambos vuelan acoplados en el aire. Esta singular postura puede observarse fácilmente a orillas del río en días cálidos y soleados.
🧭 Dónde ver libélulas en el río Sella
Las mejores zonas para observar libélulas en libertad son los tramos tranquilos con vegetación de ribera, como:
Orillas cercanas a Arriondas y Cangas de Onís
Remansos del río en la zona baja, camino de Ribadesella
Charcas y brazos secundarios con poca corriente
La mejor época para el avistamiento es entre mayo y septiembre, cuando las condiciones son cálidas y la vegetación está más desarrollada.
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