30º Descenso del Sella
Dionisio de la Huerta, alma mater de la prueba, anunció tras la celebración de ese año que el Descenso se acabaría. El motivo: un desencuentro con la Comisión Municipal de Festejos de Ribadesella, que decidió programar una novillada el mismo día para animar el verano riosellano, aprovechando la gran afluencia de público para cubrir gastos.
La novillada, sin embargo, resultó un rotundo fracaso: la gente quería ver piraguas, no toros. Esto generó malestar y tensión en la organización y entre los aficionados.
Además, durante la carrera surgió una gran preocupación entre los palistas: aparecieron obstáculos colocados deliberadamente a lo largo del recorrido, lo que se interpretó como el primer acto de sabotaje en la historia del Sella. Fue un toque de atención que despertó el miedo a que hechos así pudieran repetirse en el futuro.
En lo deportivo, la victoria fue para los daneses Lund Hansen y Anderssen, que se impusieron con un tiempo de 1 hora, 25 minutos y 45 segundos, demostrando el carácter ya internacional y competitivo de la prueba.
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