22º Descenso del Sella
Participaron 74 piraguas en la edición de 1958, que consolidó al Sella como una auténtica fiesta folclórico-deportiva, combinando la competición con la celebración popular que la rodeaba, un rasgo ya distintivo del evento asturiano.
Ese año se sumaron Suecia y Luxemburgo como nuevos países participantes, reflejo del creciente prestigio internacional de la prueba.
En el plano deportivo, la victoria absoluta fue para los suecos Linpqwist y Lundstron, que establecieron un nuevo récord con un tiempo de 1 hora, 31 minutos y 5 segundos. Además, el luxemburgués André Conrardy se impuso en la categoría K1, dando más brillo internacional al podio.
También surgieron mejoras técnicas importantes en las embarcaciones, especialmente en los métodos de fabricación. Destacó la contribución de los hermanos Cuesta, cuyo taller se instaló cerca de Llovio, favoreciendo la evolución y modernización de las piraguas.
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